La soledad Patagónica


Quizás, de todos los viajes, este es del que guardo mejor recuerdo en general. 6.000 km recorriendo estas tierras en solitario con mi Duster de alquiler durante 30 días, ha sido una experiencia fantástica. La soledad, las enormes distancias, la variedad de paisajes y de fauna, el viento ladeado continuo, la conservación general del territorio y la presencia del león de las montañas como llaman al puma en algunos rincones, volvían loca a la Canon 1Dx, que se comportó como lo que es, una máquina profesional a prueba de ventiscas, polvo, hielos y lluvia. Los días pasaban inmerso en la mirada y la fotografía. Quizás no haya un lugar en el planeta, donde se entremezclan zonas desérticas, estepas, glaciares, bosques, lagos, fauna y paisaje, sintiendo a menudo una inmensa soledad. En una de las andaduras, pasé por el Parque Nacional de Monte León, a orillas del Atlántico y cerca de donde la nave Victoria de Magallanes atracó algunos días, entre una importante población de pingüinos de Magallanes, leones marinos de un pelo que llegaron a estar al borde de la extinción debido a las enormes matanzas que se llevaron a cabo hasta los años 80, las 3 especies de cormoranes… El parque representa en general la protección de los hábitats de estepa, donde viven el choique (especie de avestruz patagónica), zorros, guanacos y pumas. Monte León, sería el compendio de aquello que buscaba en este viaje; Soledad, enormes extensiones, fauna y variedad en todos los aspectos y con una vocación proteccionista por parte de las autoridades argentinas digna de elogio, visto el trato y vocación de los guardas del Parque Nacional. Siguiendo hacia el sur, se atraviesa el rio Santa Cruz, que posiblemente sea uno de los más solitarios de América. Recoge las aguas de los glaciares patagónicos i atravesando todo el cono sur de Argentina, vierte sus aguas al Atlántico.


Y qué decir de los Andes Patagónicos, con sus enormes glaciares, lagos, bosques y algunas de las montañas más bellas de la tierra entre Chile y Argentina. Nombres como el Cerro Torre, el Fitz Roy, Torres del Paine, Perito Moreno, son visitas obligadas. El Puma, antaño perseguido hasta la saciedad, está hoy protegido en los enormes parques y su población repunta poco a poco, gracias a las buenas poblaciones también del guanaco (camélido similar a la llama) y que sin duda es una de sus presas preferidas por la cantidad de carne que le aporta. Pero no son todo flores y violas. Mientras grandes extensiones de territorio mantienen un buen nivel de conservación, los sectores más turísticos empiezan a padecer demasiada frecuentación que provoca una importante masificación, que a la vez, incitan al establecimiento de infraestructuras como carreteras asfaltadas, grandes hoteles en los parques y altas tasas de residuos, sin que los ingresos derivados de los turistas reviertan en los Parques. Mientras Argentina está encarando esta situación con una orientación más conservacionista, Chile, como se demuestra en el Parque Nacional de las Torres del Paine, apuesta por un turismo menos sostenible cargando de asfalto y hoteles estos parajes y ya transformados para siempre son una verdadera pena en algunas épocas del año. Dicho esto, quiero comentar que seleccionar 90 fotografías de unas 5000, ha sido tan engorroso, que no creo fuera capaz de elegir las mismas en 100 veces que hiciera la selección.
¡Pero hay que elegir y aquí os dejo algunas de las que más me gustan…hoy!